Ají de Gallina, con sabor a puro Perú.
Un plato típico de comida peruana es el ají de gallina, el cual se sirve sobre papas sancochadas cortadas en forma circular, decoradas con aceitunas negras y huevo cocido, si se desea se puede adicionar una guarnición de arroz blanco. Con el paso del tiempo la gallina fue reemplazada por el pollo, algunas personas lo siguen preparando con gallina, con el que adquiere otro sabor.
A aproximadamente 2,800 millas (4,500 kilómetros) de Lima-Perú, este plato es un alivio para las almas que añoran la tierra que los vio nacer.
De todos los ingredientes que se necesitan para preparar este plato, existe uno que es vital para que el sabor te transporte hasta el Perú.
Ají de Gallina. Davenport, Florida. |
Ese ingrediente es el ají, afortunadamente en este país puedes encontrar los productos peruanos, aunque los precios que se pagan son relativamente altos, bien vale la pena.
Ají amarillo peruano. $3.00 US Dollars (10 unidades enteras). |
HISTORIA.
En 1839, el Gobierno de don Agustín Gamarra dicta el reglamento de la Venta de carnes y comidas en mercados, encargando a la Intendencia de la Policía su cumplimiento; entre esas normas rescatamos algunas que dicen así:
"La carne de los toros muertos en la Plaza de Acho, no se vendía fresca, sino seca y salada, so pena de caer en comiso a favor de los fondos de policía, y de 4 a 20 pesos de multa."
"Los que vendían frutas, carne, pescados o cualesquiera otros mantenimiento dañados, los perdían y eran condenados a enterrarlos fuera de la ciudad a su costa, y pagar de 2 a 10 pesos de multa."
Los que mezclaban dolosamente ingredientes nocivos a la ciudad en las bebidas y licores, pagaban una multa de 2 a 10 pesos, y eran puestos a disposición del juez competente; si el daño o la malicia era de gravedad conocida, se anunciarían al público por la prensa sus nombres, su delito, y la pena que se les hubiese impuesto según las leyes." "Los dueños de cafés, fondas, y todos los vendedores de líquidos y comestibles, cuidaban de tener estañadas por dentro las vasijas de cobre de que usaban so pena de perderlas y pagar de 1 a 4 pesos de multa, a cuyo fin visitaban sus establecimientos una vez al mes los funcionarios de policía."
Los gendarmes de la Policía Limeña al inspeccionar las diversas fondas y restaurantes de la ciudad, dan parte de un plato que era consumido por los parroquianos con deleite y este consistía en "hebras de carne de gallina con una sofrito de cebolla, ajos, ají y trozos pequeños de pan, acompañado de papas.
Fuente: Mayor GC. (f) José MUÑOZ V. -"Historia de seguridad de transito en las calles del Gobierno del Mariscar Agustín Gamarra"
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